Existen muchísimos libros para bebés en el mercado editorial. Y cuando digo muchísimos, me refiero a miles. Tanto si estás buscando un libro para tu bebé, como si es para regalar a alguien más, seguramente sea poco el tiempo del que dispongas para entrar a bucear en ese mar, qué digo mar, OCÉANO de libros, libritos y libretes.
Es por eso que en este post te vamos a dar algunos tips para que puedas encontrar ese libro que esta esperando ansioso los ojitos curiosos de tu pequeño lector. (Porque todos somos lectores, aún antes de aprender a hablar).
1 – Formato del libro
Nadie quiere lastimaduras a la hora de relacionarse con un libro (¿quién no se ha cortado con un papel?) y mucho menos entre bebés. Es por esto que los libros para este grupo suelen ser presentados con bordes redondeados, tapas acolchadas, hojas de cartón rígido, o incluso de tela.
De esta manera, no sólo son seguros sino que también son buenos sobrevivientes de esas manitas curiosas que gustan de estrujar y apretar, y muchas veces también de esos dientes expertos en probar la resistencia de los materiales.
Mientras más resistente sea el libro, mucho mejor, ya que es importante que dejemos que los pequeños y pequeñas tomen contacto con los libros, los toquen, los golpeen ¡incluso que los revoleen! En esta etapa del desarrollo, el contacto con los materiales es fundamental para “hacerlos propios” y darles un lugar en el mundo que esta tomando forma en sus mentes en crecimiento.
2 – Ilustraciones
Los bebés y niños muy pequeños están en plena etapa de desarrollo de su agudeza visual. No se recomienda elegir imágenes muy cargadas, con muchos detalles y matices sutiles de color, ya que difícilmente puedan “verlas”; es decir, será más una mancha informe que la bella ilustración que los adultos vemos.
Es por eso que son ideales aquellas ilustraciones con fondos blancos o de colores plenos, donde los contrastes son claros y los límites están bien marcados. Mientras más simple la imagen, mucho mejor.
3 – Textos
Los libros para bebés ofrecen muchas opciones: desde libros de imágenes simples para asociar con palabras (por ejemplo, un león y la palabra “león”) pasando por descripciones de escenas sueltas (“el oso disfruta su miel” y una imagen asociada) hasta pequeños relatos con introducción nudo y desenlace. Estas opciones pueden tener un estilo más poético, hacer hincapié en el uso de rimas, o tener una prosa más narrativa. Todas las opciones son válidas y recomendables.
Entonces ¿cuál elegir?
Nuestro consejo es: elegir el libro que sintamos que nos va gustar relatar al pequeño bebé. Si nosotros no disfrutamos la experiencia de lectura (por más simple que sea) difícilmente podamos transmitirle a los y las peques que existe una asociación positiva, un disfrute real, entre el libro y la experiencia de leerlo.
Así que si ese libro que TODO EL MUNDO RECOMIENDA te parece aburrido o poco interesante, no lo dudes: no lo elijas. Y al revés también: si te parece que esa tapa, esos textos, te encantan aunque no sea el libro más vendido o citado en las redes: ése es el libro que está esperando a tu bebé.
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