¡Aún cuando no saben leer ni escribir!
Tod@s los niñ@s son grandes escritores... basta con tomar nota de lo que nos dicen.
Seguramente habrás oído la tan remanida frase "l@s niñ@s tienen mucha imaginación". Frase muy cierta; basta con convivir con peques para poder estar de acuerdo con esto. Frases locas, asociaciones imposibles, ideas disparatadas... más de una vez nos reímos escuchándolas.
Pero, ¿pensaste en anotarlas antes de que el paso del tiempo las borre?
Y un paso más... ¿intentaste guiarlos para convertir ese loco disparate en una GRAN HISTORIA de la que ellas y ellos podrán sentirse muy orgullosos de haber inventado?
Hacerlo puede ser uno de los juegos que más disfruten, grandes y peques ¡por igual!
PALABRAS A LA OBRA
AVISO IMPORTANTE 1: recordemos que este proceso creativo es UN JUEGO. Ni presiones, ni enojos adultos, ni caras de "bueh esperaba más" (esto último es mucho muy importante). Si una de las dos partes la pasa mal, no vale seguir. A mezclar y arrancar de nuevo (metafóricamente hablando).
AVISO IMPORTANTE 2: la propuesta parece laaaarga pero en la vida real, es un juego de un rato nada más. ¡Y encima pasa volando!
PASO 1: ESCUCHA
Hablan hablan y hablan ¿verdad? Cuando juegan cuando comen cuando se bañan ¡a veces hasta cuando duermen! Si escuchamos bien, sobre todo cuando juegan con muñecos y peluches, podremos descubrir que crean personajes (a través de esos mismos muñecos) quienes, como buenos personajes de una historia, hacen cosas. Cada peque hace que su juguete (que no lo sabe pero esta cerca de convertirse en un personaje dentro de un relato) luche, vuele, cuide, cocine, se esconda... infinitas posibilidades como infinitos niños y niñas existen.
Y como una buena historia tiene acción, es bueno que prestemos atención a las acciones que ellos y ellas más eligen a la hora de jugar, ya que esa va a ser quizás la mejor para nuestra historia.
PASO 2: GUIAR
En este paso es donde nos toca jugar a nosotras. ¿Y qué tiene que ver jugar con guiar? Bueno, todo depende de qué actitud tomemos. Cuando hablamos de guiar, nos referimos a meternos a través de preguntas, en ese juego que la o el peque esta desarrollando. ¿Cómo se llama ese muñeco? ¿Qué esta haciendo? ¿Y por qué hace eso y no aquello? ¿Le gusta tener amistades o prefiere pelear? ¿Le tiene miedo a algo? Todas estas preguntas son solo ejemplos, seguro se te ocurren muchísimas otras de acuerdo a tu situación y el contexto del juego. Pero lo importante es que sean preguntas que se pongan a jugar con la situación; preguntas que escuchen y sepan seguir la corriente. Nada de preguntas peleonas.
Estas preguntas tiene mucho valor porque les estamos demostrando interés en lo que están haciendo (algo que realmente les hace bien) y porque además empezamos a tener ideas que nos van a servir más adelante. Pero todavía falta LA pregunta:
¿Y si inventamos una historia con [nombre del muñeco en cuestión]?
En este momento pueden pasar dos cosas:
- Que digan ¡Sí, que genial!
- Que se nos queden mirando con cara de "meh"
Pero ¡a no preocuparse! Para cualquiera de las dos opciones sirve esta respuesta:
PASO 3: HABÍA UNA VEZ...
En este paso tomamos la posta nosotras y arrancamos con el famoso y hermoso generador de relatos "había una vez"...
"Había una vez un [lo que sea que sea el muñeco en cuestión] que se llamaba [el nombre que descubrimos en el paso 2] y...
¿Y? acá usamos una de las preguntas (la que haya resultado con la respuesta más divertida para ustedes) para darle el pie a nuestro o nuestra peque a responder.
Puede ser relativa a lo que mas amaba (u odiaba) nuestro personaje:
"Había una vez un oso que se llamaba Tobías y amaba jugar en el parque"
O lo que más quería hacer en el mundo (volar, pasear, comer helados, miles de opciones).
"Había una vez un oso que se llamaba Tobías y tenía muchas ganas de volar como un avión"
O quizás se relacione a cómo se sentía
"Había una vez un oso que se llamaba Tobías y estaba muy triste porque se sentía solo"
Algunos niños y niñas arrancan a inventar a borbotones, pero si tu peque está en modo "yo no vine a esto" la solucion es muy simple: completá la frase vos con lo contrario de lo que tu peque habia contado sobre su muñeco:
"Había una vez un oso que se llamba Tobías y odiaba jugar en el parque".
¡Enseguida te va a querer corregir armando SU versión de la historia!
PASO 4: UN DÍA...
La parte más divertida: el nudo, es decir, el problema. Sin problemas no hay historias (y por eso a pesar de detestar los problemas en la vida real, reconocemos que para algo sirven: para que haya Historia). En este momento podemos retomar las cosas que aprendimos del muñeco en el paso 1 (lo que odiaba, o con quién se peleaba, a qué le tenía miedo). Podemos proponerlo nosotras y ver cómo seguramente nuestra niña o niño enseguida proponga algo alternativo; o no, pero se parta al medio de risa con lo que se nos haya ocurrido.
PASO 5: Y ENTONCES...
Aquí descubriremos junto a nuestro peque cómo (el oso Tobías) logró enfrentar el problema. Tal vez con ayuda, tal vez solo, tal vez de formas estrafalarias que incluyen unicornios y alienígenas... todo vale en nuestra historia!!
En esta parte de nuestro juego podemos aprovechar para pintar y dibujar juntos el feliz desenlace. Es un buen momento para que el personaje pueda tener características que lo hagan único, agregando todos los detalles que se nos ocurran (tal vez el oso Tobías usa anteojos, tiene los pantalones llenos de parches porque le encanta arrastrarse por el piso y lleva consigo siempre a su propio peluchito preferido).
Si quedan ganas y tiempo, podemos dibujar también el "había una vez" y el "un día", y agregarles el texto de la historia que pensaron juntos o juntas (cortito y simple es más que suficiente). Así nos va a quedar una genial obra en tres actos, de la cual podremos sentirnos orgullosos y orgullosas... además de tener un futuro recuerdo al que podremos volver todas las veces que querramos.
¡Ojalá disfruten esta actividad tanto como lo hacemos nosotras!
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